¡Feliz Día de Don Bosco!

Las personas muy queridas parece que nunca debieran morir. Los
corazones y las mentes, que se han acostumbrado desde tiempo inmemorial a
encontrar en ellas la luz y el consuelo de la vida, se resisten a persuadirse
de que pueda llegar a faltarles tan gran bien. Este estado de ánimo duró en el
oratorio hasta los últimos días de enero y, en más de uno, se prolongó hasta lo
indecible. La razón estaba en que se esperaba una intervención milagrosa del
cielo. Sin embargo los designios de Dios determinaron la “muerte física” de Don
Bosco y al mismo tiempo el inicio de su nacimiento a los altares como Santo de
la iglesia que sucedería 46 años después (1,834).
Conozcamos algo de cómo fueron estos tristes momentos para la
familia salesiana pero con la ilusión y alegría de que Don Bosco… ¡Nacía al
Cielo!
Jorge Bravo S.
Salesiano Cooperador
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