Novena a María Auxiliadora

miércoles, 18 de mayo de 2011

SEGUNDO DÍA DE LA NOVENA

SEGUNDO DÍA DE LA NOVENA EN HONOR A NUESTRA MADRE MARÍA AUXILIADORA

“La mansedumbre en María”

Piura se viste de fiesta, y es que en estos días se está llevando a cabo en las instalaciones del Colegio Salesiano Don Bosco las misas de novena que se están realizando en honor a nuestra buena Madre, además de las misas de la mañana en el santuario de la Madre Auxiliadora.

“María y la mansedumbre”, fue el tema de esta segunda fecha, en la que los alumnos de primero de primaria, en el primer horario de las 5:00 p.m., demostraron su amor neto hacia Mamá Auxiliadora. El fervor católico se siente más en este horario, ya que por ser temprano, la gente tiene el tiempo necesario para asistir a esta misa de novena, es decir, se pudo notar y así será, la mayor concentración de gente en este horario.

El Padre José Antonio Pachas SDB, predicador oficial de esta novena, rescató el amor que desde pequeños, con esa mansedumbre, se le puede dar a la Virgen; y qué mejor ejemplo de los alumnos que recién inician este proceso de salesianidad.

Por la noche, a partir de las 7: 10 p.m., se inició la segunda Eucaristía, con el rezo del Santo Rosario. En esta oportunidad, la celebración fue organizada por los colaboradores laicos y Comunidad magisterial del Colegio Salesiano Don Bosco. Después, aproximadamente, a las 7: 40 p.m., se inició la Misa presidida por el Padre José A. Pachas SDB, quien en su homilía destacó la realidad de lo que es la mansedumbre reflejada en el carisma de la Virgen María. También hizo una diferencia ejemplificada de lo diferencia entre oír y escuchar, qué es lo más importante y qué es lo que debemos emplear a diario, especialmente cuando escuchemos a Jesús cuando nos habla.

Luego, pudo decirnos qué es lo que piensan las personas de un manso, que puede ser inútil o débil en cuanto a fuerzas, pero la realidad es otra y muy diferente. Lo que sÍ resaltó fue que en cada día de la novena tomaría como ejemplo a nuestro padre Don Bosco, un hombre que a pesar de sus defectos supo responder a Dios. El primer día de la novena dijo que Don Bosco era soberbio, en este segundo día, expresó que Don Bosco era fuerte en sus palabras y hasta hiriente en su mirada. Lo tomaría de ejemplo para explicar el tema de la novena.

Y por último, reiteró la invitación de seguir participando de la novena que con tanto amor estamos haciendo para nuestra Madre Auxiliadora.

Piura acude con el amor de hijos a tan buena y dulce Madre.

Escrito por: Julinho J. Portal Ojeda.

Corresponsal Escolar

Resumen de la Homilía - Segundo día de la Novena

Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra

En el segundo día de la novena, el Padre José Antonio Panchas, nos propuso subir un escalón más en el monte espiritual de las Bienaventuranzas.

“Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra”. Propuso la figura de Jesús como modelo de mansedumbre. En su proceso de crucifixión y muerte miró con ojos de amor, de ternura y de perdón a quienes lo sometían a agresiones e insultos. Asimismo a Pedro, que lo seguía en su camino a la Cruz, lo miró con ternura y amor. Pedro no pudo resistir su mirada y salió corriendo a llorar su traición.

San Francisco de Sales, fue propuesto, como santo patrono de la congregación Salesianos por don Bosco, por ser modelo de perfecta Imitación de Cristo en la mansedumbre. Don Bosco tenía dos grandes defectos en una ocasión discutía con sus hermanastro Antonio, quien alardeaba que él no había necesitado estudiar y era lo suficientemente fuerte para trabajar el campo. Juanito le agredió verbalmente al decirle que el burro tampoco no había estudiado y era más fuerte que él. En el sueño de los nueve años don Bosco, al ver que los jóvenes que blasfemaban contra Dios, insultaban a la Virgen y a los santos, la emprendió a golpes contra ellos, pero el Señor le dice: “No con golpes, sino con amor con mansedumbre, podrás ganarte a esos amigos tuyos”.

A los hombres que agreden a sus esposas y a las madres que pierde la paciencia con sus hijos, el P. José Antonio, les pidió ser mansos para así alcanzar la tierra prometida, el Cielo, la Patria Celestial.

Pidamos la intersección de la Virgen María para alcanzar la mansedumbre y poder llegar a la tierra prometida, que es el encuentro cara a cara con el Padre Celestial, conseguir la eterna y lograr la verdadera y autentica felicidad.

Francisco Rosas Castillo

Salesiano Cooperador

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