Los Ancianos también viven el Congreso…
Decenas de personas, especialmente los ancianos, discapacitados y enfermos, se dieron cita en las instalaciones del patio techado, por motivo del segundo día del Congreso Eucarístico y Mariano, dedicado esencialmente para las nombradas personas.
El encuentro se dio inicio a las 9.00 a.m con el rezo del Santo Rosario, rezado con mucho fervor por los fieles concentrados; y poco a poco se fue colmando las tribunas salesianas, los cuales eran en su mayoría, longevos.
Cuando la mayoría de la concurrencia ya estaba presente, se inició la prédica, la cual estuvo a cargo del reverendo Padre José Guillermo Uhen, con el tema “La Eucaristía: fuente de salud corporal y salvación eterna”, el que se dejó entender que los ancianos son la verdadera muestra de sacrificio y dolor de Jesús, aunque estén postrados en una silla de ruedas o cama, no deben de sentirse mal, porque son un regalo hermoso del Señor.
Entre algunos oyentes se encontraban los enfermos del acilo, discapacitados, rencos y enfermos, entre los que se pudo apreciar a una mujer con quemadura poco sanadas, poniendo su fe sobre Cristo Eucaristía.
Después de una hora y media de la evangelización, empezó la Liturgia de la Palabra, precedida por el Arzobispo Metropolitano de Piura y Tumbes, José A. Eguren Anselmi, quien fue recibido en medio de aplausos y presentó, además a Juan P. Ugarte Pérez, Monseñor de Cuzco.
La base de su discurso se centró en que las personas que tienen un cierto grado de dificultad o dolencia, a diferencia de otro, es porque su edad ya no los permite: “Nunca dejen de ser ancianos, sean así por siempre”-señaló.
Pasado ya la homilía, se pasó a dar el sacramento de Unción a los Enfermos y Comunión, por el mismo Mons. José Antonio Eguren Anselmi y el cuerpo sacerdotal que lo acompañaba, quienes a modo de cruz les colocaban oleo consagrado.
A instantes de eso, en el momento exacto de la consagración de la Eucaristía, se alzó el Santísimo y todos se postraban de rodillas hacia Él.
Luego de haberse realizado la ceremonia “centro” para la prensa, se procedió a realizar el envío de los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión a sus Parroquias para que distribuyan la Eucaristía a los Enfermos en sus domicilios, quienes domingo tras domingo realizan esta gratificante actividad.
A las 12.30 p.m, se concluyó con todo, con una actuación, reparto de estampillas, concursos y una compartir que consistía en un plato de comida.
Cabe recalcar que los concursos fueron realizados por y para los mismos ancianos, los cuales cantaban, jugaban y hasta bailaban para ganar un ansiado premio en el concurso.
Quizá este día no les aliviará de inmediato sus dolores, pero en su gran mayoría, les dará fortaleza para seguirse afrontando a la vida.
Decenas de personas, especialmente los ancianos, discapacitados y enfermos, se dieron cita en las instalaciones del patio techado, por motivo del segundo día del Congreso Eucarístico y Mariano, dedicado esencialmente para las nombradas personas.
El encuentro se dio inicio a las 9.00 a.m con el rezo del Santo Rosario, rezado con mucho fervor por los fieles concentrados; y poco a poco se fue colmando las tribunas salesianas, los cuales eran en su mayoría, longevos.
Cuando la mayoría de la concurrencia ya estaba presente, se inició la prédica, la cual estuvo a cargo del reverendo Padre José Guillermo Uhen, con el tema “La Eucaristía: fuente de salud corporal y salvación eterna”, el que se dejó entender que los ancianos son la verdadera muestra de sacrificio y dolor de Jesús, aunque estén postrados en una silla de ruedas o cama, no deben de sentirse mal, porque son un regalo hermoso del Señor.
Entre algunos oyentes se encontraban los enfermos del acilo, discapacitados, rencos y enfermos, entre los que se pudo apreciar a una mujer con quemadura poco sanadas, poniendo su fe sobre Cristo Eucaristía.
Después de una hora y media de la evangelización, empezó la Liturgia de la Palabra, precedida por el Arzobispo Metropolitano de Piura y Tumbes, José A. Eguren Anselmi, quien fue recibido en medio de aplausos y presentó, además a Juan P. Ugarte Pérez, Monseñor de Cuzco.
La base de su discurso se centró en que las personas que tienen un cierto grado de dificultad o dolencia, a diferencia de otro, es porque su edad ya no los permite: “Nunca dejen de ser ancianos, sean así por siempre”-señaló.
Pasado ya la homilía, se pasó a dar el sacramento de Unción a los Enfermos y Comunión, por el mismo Mons. José Antonio Eguren Anselmi y el cuerpo sacerdotal que lo acompañaba, quienes a modo de cruz les colocaban oleo consagrado.
A instantes de eso, en el momento exacto de la consagración de la Eucaristía, se alzó el Santísimo y todos se postraban de rodillas hacia Él.
Luego de haberse realizado la ceremonia “centro” para la prensa, se procedió a realizar el envío de los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión a sus Parroquias para que distribuyan la Eucaristía a los Enfermos en sus domicilios, quienes domingo tras domingo realizan esta gratificante actividad.
A las 12.30 p.m, se concluyó con todo, con una actuación, reparto de estampillas, concursos y una compartir que consistía en un plato de comida.
Cabe recalcar que los concursos fueron realizados por y para los mismos ancianos, los cuales cantaban, jugaban y hasta bailaban para ganar un ansiado premio en el concurso.
Quizá este día no les aliviará de inmediato sus dolores, pero en su gran mayoría, les dará fortaleza para seguirse afrontando a la vida.
Creo que este congreso ha sido una gran oportunidad para reconciliarse con Dios, pero más para las personas longevas, por que ya no tendrán la oportunidad de vivir otro congreso, y este suceso ha sido algo muy bueno.
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