Novena a María Auxiliadora

sábado, 20 de noviembre de 2010

Ganador del Concurso de Biodiversidad del Coto de Caza “EL Angolo”

ALUMNO SALESIANO:

Ganador del Concurso de Biodiversidad del Coto de Caza “EL Angolo”, con su cuento “La otra perspectiva”

Este es el testimonio de Manolo Montero Bereche, alumno de 5to de secundaria del Colegio Salesiano Don Bosco de Piura, quien ganó el concurso de cuentos en torno al cuidado de nuestro medio ambiente.

Hace aproximadamente un mes se realizó un concurso de cuentos, sobre la biodiversidad del Coto de Caza “El Angolo”. Este concurso pretendía que los alumnos participantes tomasen conciencia de las diversas especies no solo de animales sino también de plantas existentes dentro del Coto. De alguna forma me sentí identificado ante este llamado de atención y participación. Sabía que tenía que hacer algo. Actualmente, la mayoría de la gente piensa que cuidar el medio ambiente es algo anticuado o riguroso. Típico concepto conformista, ya que, ¿Qué esperamos? ¿Sufrir alguna catástrofe para recién empezar a cuidar el ambiente? ¿Esperar a que llegue el punto crítico del calentamiento global para que de una vez por todas, sin elecciones ni alternativas, empecemos a tomar conciencia de lo dañado que está nuestro ambiente? ¿No creen que sería mejor si nos evitamos algunos problemas haciendo las cosas bien HOY? ¡Comencemos ya!

Una de las cosas que comúnmente se ven en Piura es la inmensa cantidad de basura que la gente arroja en cualquier lugar, menos en donde deberían, en un tacho de basura. Muchas veces me he preguntado por el origen de este problema. Una de las cosas que pasaban por mi mente es que tal vez la gente que prefiere arrojar papeles, envolturas o cáscaras de lo que consume en cualquier lugar es porque prefieren permanecer en su comodidad de ser “un ciudadano libre”. Otro concepto erróneo de lo que libertad significa. La verdadera libertad no consiste en arrojar basura donde yo quiera poniendo de excusa el siguiente argumento: “Total, soy libre de hacer lo que quiera, ¿no?” o “Nadie me puede obligar a hacerlo”. La gente que piensa de esta manera no es libre sino todo lo contrario, es esclava de su comodidad, de su flojera, de su conformismo y un tanto de su arrogancia y orgullo. Todos alguna vez nos hemos inclinado a preferir nuestra comodidad, pero la verdadera libertad vendrá cuando pensemos de la siguiente manera: “Sí, soy humano, prefiero permanecer en mi comodidad a hacer lo que debo pero por esta vez no seré esclavo de mi flojera ni de mi arrogancia. Me libraré de ellas y actuaré con justicia, haciendo lo que debo hacer y viviendo un día a la vez”. Todos podemos ser libres, si dejamos de ser dominados por nuestras comodidades y empezamos nosotros a dominarlas a ellas.

Así que, pensemos y recordemos. Toda cosa que hagamos en la tierra tendrá una consecuencia, y el que ésta sea positiva o negativa está en nuestras manos y en nuestras decisiones diarias. Dios creó el mundo y lo puso a nuestra disposición para que lo aprovechemos, lo administremos bien y lo cuidemos. ¿Qué creen que Dios nos dirá a cada uno de nosotros en el Día del Juicio respecto a lo que hemos hecho con su planeta, el planeta llamado “Tierra” que Él mismo nos regaló? ¿Nos dará una recompensa o un castigo? ¿Qué nos merecemos? Cada uno tiene la respuesta a ésta pregunta en su interior ya que cada uno sabe qué es lo que ha hecho y qué es lo que se merece.

Por último, todos somos humanos, hechos de emociones, inteligencia y cuerpo. Todos fallamos alguna vez, pero lo importante está en saber levantarse. Dios no ve qué o cuántas veces hemos cometido un error si es que sabemos pedirle perdón. Retomemos la conexión con Él y sentiremos esa verdadera paz que solo Él la puede dar. Hablemos con Él, pero hagámoslo en nuestra intimidad, ya que ahí es donde más cuenta. Tratemos de hablarle personalmente y con el corazón, sin repetir algo escrito en un papel. Digámosle lo que sentimos, ya que solo así nuestra vida va a tomar un giro que nos permitirá ser mucho mejores que antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario